La fundación del oratorio de Sant Felip Neri de Porreres surgió tras la herencia del cura porrerenc, Joan Barceló Móra, y por la tarea de padre Francesc Molina, de la Congregación del Oratori de Palma. Las obras de construcción del conjunto de Porreres llevaron veinte años de trabajo hasta que en 1911 finalizaron. Ahora, con motivo de aquella fecha, y con la celebración de las fiestas de Sant Felip Neri, el oratorio celebra esta efemérides.
Y es que hablar de Sant Felip en Porreres, es hacerlo de algo más que un simple templo o un oratorio o incluso un centro educativo. El pueblo de Porreres «tiene una comunión intima con el oratorio. Tal vez por la dedicación hacia la juventud, y la presencia de personas de gran talla humana como el padre Riera», señala el padre Francesc Novella, quien junto con Antoni Alomar, Joan Noguera y el estudiante Andreu Gabriel Veny se ocupan en la actualidad de Sant Felip.
Decadencia y futuro
El conjunto sufrió un declive a finales de los años setenta hasta el 1998 cuando se volvió a recuperar, y restaurar parte del edificio. Fue con la muerte del mencionado padre Riera y el hecho de dejar de impartir clases en el centro cuando se cerró y se anexionó a Palma.
Ahora el futuro del Oratori porrerenc, después de años de no tener centro educativo, pasa por la transformación de las antiguas aulas en un centro de día. Para este fin, ya hay un convenio firmado entre la Conselleria d'Afers Socials, el Ajuntament y la comunidad de Sant Felip. Así este antiguo espacio educativo volverá a tener un uso para el pueblo de Porreres.