El municipio de Maria de la Salut está cansado de esperar. Unos seis meses después de presentar unas 1.000 firmas de vecinos de la localidad pidiendo que se mejoren las instalaciones de la planta de compostaje o que se cierre, la Conselleria de Medi Ambient del Consell de Mallorca no ha respondido a las peticiones de los vecinos del pueblo, por lo que el alcalde, Antoni Mulet, informó que «estamos estudiando la posibilidad de interponer un contencioso contra el Consell para que se tomen las medidas oportunas».
Mediante la denuncia en el juzgado, el Ajuntament pedirá que se cierre la planta «porque es lo que quieren todos los vecinos», según dijo Mulet, que añadió que «en realidad la reivindicación de la planta de compostaje es un movimiento vecinal, pero desde el Ajuntament de Maria nos hemos unido porque somos la institución que los representa y debemos trabajar para nuestros ciudadanos».
Sin respuesta
Con el contencioso, el municipio quiere denunciar que «el tiempo pasa y no recibimos ninguna respuesta del Consell. Es un tema muy molesto y lo menos que podía hacer el Consell era responder a las críticas de los vecinos», sentenció Mulet.
La polémica planta de compostaje se encuentra ubicada en el término municipal de Ariany, justo en el límite con Maria de la Salut y está rodeada por terrenos propiedad de vecinos del último municipio. Durante la recogida de firmas de hace unos seis meses, con la que los vecinos consiguieron tener 600 en tan solo una semana, se denunció que «los fuertes olores que genera la actividad de la planta, así como el daño ecológico que produce el centro por deficiencias de la infraestructura e incluso la generación de gases tóxicos», según informaron los promotores de la iniciativa.
Los vecinos también dicen que los vertidos causados por la planta afectan a los pozos proveedores de agua.