El Ajuntament d'Inca atribuye el aumento de toneladas de basura recogidas en contenedores situados fuera del núcleo urbano a ciudadanos de otros pueblos vecinos que, al no disponer de contenedores en sus municipios, optan por dejar las bolsas en los de Inca.
La concejal de Servicios y Mantenimiento de Inca, Rosa Tarragó, había apuntado en ocasiones anteriores hacia esta tesis. Las cifras de recogida de residuos en puntos de fuera del núcleo urbano correspondientes a 2010 «confirman» el temor de Tarragó. Según los datos arrojados por el Consistorio, en los contenedores extra urbanos se recogieron el año pasado 157 toneladas más que en 2009, mientras que los residuos recogidos en contenedores urbanos ha experimentado un descenso. La recogida selectiva también ha sufrido un incremento.
Pago
El Consistorio estima que los ciudadanos de Inca «tuvieron que pagar el año pasado 20.000 euros que no les correspondían» por la incineración de residuos producidos por residentes en otros municipios.
El Ajuntament d'Inca recuerda que el incremento de basura en fora vila coincide con la retirada de los contenedores por parte de los municipios limítrofes (Lloseta, Binissalem o Llubí, por ejemplo). Desde entonces, los vecinos de dichos pueblos que viven en rústico están obligados a depositar su basura en los parques verdes municipales. Parte de estos ciudadanos, según el Consistorio, prefieren depositar la basura en los contenedores de Inca puesto que les resultaría más cómodo.
El alcalde, Rafel Torres, manifiesta que «hay que tomar medidas para evitar que esto se produzca. «La solución pasa para que el Consell unifique y coordine el servicio de recogida», añade.