«Denunciamos un hecho que esta totalmente prohibido, una quema ilegal de productos altamente contaminantes», así se expresaba Joan Ferrer, portavoz del PP, quien junto a los portavoces de Es Grup, Mateu Melis y la regidora de EU-Verds, Maria Orts, denunciaban la actitud del equipo de gobierno municipal de Capdepera de quemar en una finca privada del municipio todo el material requisado por la Policía Local de Capdepera a los vendedores ambulantes.
Según los regidores de la oposición, se trata de una infracción grave de la normativa: «Todo este material principalmente plástico se tiene que reciclar, además el Ajuntament comete una ilegalidad y lo hace público».
Durante el pleno del pasado miércoles por la noche los tres grupos de la oposición mostraron su malestar por la imagen que se esta dando al pueblo, ya que «se obliga a los vecinos a reciclar y el Ajuntament no cumple su parte». El alcalde Josep Gallego reconoció el error y entono un 'mea culpa'.
En el pleno también se volvieron a reclamar explicaciones por el elevado sobre coste del centro multiusos Cap Vermell de Cala Rajada, sin obtener respuesta del alcalde.