La propiedad del Hotel Son Moll, S'Entrador SL, ha presentado al Ajuntament de Capdepera esta semana un proyecto de demolición del establecimiento turístico que se derrumbó el 16 de diciembre de 2008 provocando la muerte de cuatro trabajadores. La propiedad proyecta demoler el edificio y reconstruirlo con la misma altura que tiene actualmente: nueve plantas. La intención de los propietarios es poder ofrecer un hotel con categoría de cuatro estrellas.
La petición de demolición se acoge a la ley de 16 de junio de este año de medidas urgentes para el impulso de la inversión en Balears de la Consellería de Turismo que permite esta posibilidad. Esta normativa contempla la modernización de los establecimientos para potenciar la desestacionalización o mejorar la seguridad y la accesibilidad o sostenibilidad ambiental del establecimiento. Exigen una serie de requisitos y uno de ellos es contar con una autorización turística.
Tercer proyecto
Éste es el tercer proyecto de rehabilitación del edificio que presenta la propiedad. El año pasado ya registró una petición para reemprender las obras de reforma acogiéndose al Decreto Nadal. Ahora se ampara en la nueva normativa que regula los edificios fuera de ordenación.
Así lo confirmó el concejal de Urbanismo del Ajuntament de Capdepera, Bartomeu Alzina. «La propiedad ha registrado este proyecto. Ya cuenta con el permiso de Turisme y sólo falta la autorización de Costas; que cumpla con las nuevas directrices del Ministerio de Medio Ambiente en cuanto al retranqueo. El arquitecto municipal hará el informe, y si así lo contempla la ley se deberá dar la licencia siempre que se cumplan todos los requisitos».
Cuando el hotel Son Moll cayó se llevaban a cabo las obras de remodelación del establecimiento para aumentar la categoría. Las obras no contaban con la pertinente licencia ya que faltaba una previa de turismo. Tras la tragedia, por orden judicial, la propiedad tuvo que apuntalar la estructura, revisar los cimientos y también mejorar la estética del edificio.
Por otro lado desde el Ajuntament también se intentó que el Gobierno central a través del Ministerio de Turismo pudiera comprar este edificio, pero no hubo un buen entendimiento con la propiedad que está interesada en que éste sea un edificio turístico de cuatro estrellas.
Hay que recordar que el Hotel Son Moll está en primera línea y con la reforma se pretende mejorar la calidad. La ley permite mejorar los servicios e instalaciones pero en ningún momento aumentar las plazas.