El Ajuntament de Calvià que preside Carlos Delgado (PP), entre la segunda quincena de abril y la primera de junio, ha abierto 40 expedientes sancionadores a 27 establecimientos de Magaluf con multas por un valor total de 385.000 euros.
La práctica mayoría de estos expedientes sancionadores se han abierto en plena madrugada por «ejercer publicidad dinámica oral utilizando para tal fin la vía y zonas públicas y/o privadas de concurrencia pública», contraviniendo así la «vigente ordenanza municipal de publicidad».
Es decir, estos 40 expedientes sancionadores abiertos a 27 bares nocturnos de Punta Ballena y alrededores, se han iniciado en base a la detección de relaciones públicas, popularmente conocidos como 'tiqueteros', promocionando las ofertas y atractivos de los locales posteriormente denunciados y multados.
Aunque la sanción máxima autorizada por la ordenanza municipal es de 30.000 euros al tratarse de una falta «muy grave», la mayoría de las multas oscilan entre los 6.500, 7.000 y 8.000 euros y algunos bares acumulan varias de ellas con importes que alcanzan los 14.000 ó 16.000 euros. No obstante, entre los establecimientos sancionados, llama poderosamente la atención las multas a las que tendrán que hacer frente locales como Mulligan's o Heaven's con montantes acumulados de hasta 22.500 euros.
Mala imagen
Durante el primer mandato de Carlos Delgado al frente del Ajuntament de Calvià, su equipo de gobierno aprobó una ordenanza que prohibe la actividad de los 'tiqueteros' que reparten publicidad a pie de calle, al entender que dan una mala imagen a los turistas. No obstante, pese a la prohibición, colectivos empresariales consultados por este diario apuntan que en esta temporada «hay mas tiqueteros que nunca» en Punta Ballena y alrededores.
¿Más paro?
Por otra parte, cabe recordar que poco tiempo después de haberse aprobado la mencionada ordenanza, un estudio elaborado por el profesor titular de Econometría y Métodos Estadísticos de la Universidad de Valencia, advertía que la prohibición de estos relaciones públicas podría llegar a provocar un incremento del dos por ciento en la tasa de paro del municipio; ya que, supuestamente, la prohibición podía ocasionar la pérdida de cientos de empleos directos e indirectos. Desde el Ajuntament, lo niegan.
En el inicio de su periplo -hace ya siete años- al frente del Ajuntament de Calvià, el alcalde Carlos Delgado se fijó como objetivo capital acabar con la prostitución y la actividad de los 'tiqueteros' en las principales vías turísticas del municipio. Principalmente, en las calles de Magaluf. Para conseguir su propósito, su equipo de gobierno aprobó ordenanzas municipales encaminadas a la prohibición del tráfico carnal y la publicidad dinámica y oral en la vía pública. No obstante, el resultado de esta política prohibicionista roza, día a día, el fracaso. Aunque son amonestadas de forma reiterada, las meretrices subsaharianas siguen campando a sus anchas por Punta Ballena, mientras que los 'tiqueteros', en estos tiempos de crisis económica galopante, continúan -más si cabe- publicitando las ofertas y atractivos de los establecimientos por los que trabajan. Según los empresarios y comerciantes de Magaluf, a pesar de la prohibición y de las duras sanciones, «esta temporada hay más 'tiqueteros que nunca».