Imposible escapar al control de calidad. El Ajuntament de Pollença aprueba esta noche el pliego de condiciones para contratar el nuevo servicio de limpieza viaria, un sistema pionero en las Islas que establece un control por GPS de todos los operarios y máquinas de la limpieza urbana de manera que se podrá saber al momento el recorrido que realizan y su frecuencia, datos que los vecinos también podrán consultar vía internet.
Todas las papeleras del municipio, incluso las más recónditas (como la de la atalaya de Albercuix) dispondrán de un chip que los operarios leerán con su PDA al vaciarlas. «El Ajuntament solo pagará las actuaciones de las que tenga constancia», dijo el alcalde Joan Cerdà.
Externa
El Ajuntament contratará también los servicios de una empresa externa encargada de realizar un control de calidad del servicio. Sólo si el concesionario cumple todos los criterios de cantidad y calidad podrá cobrar una prima que oscila entre el 10 y el 15 por ciento de su remuneración habitual.
El Ajuntament de Pollença pagará 800.000 euros anuales por el servicio de limpieza viaria de Pollença, el Moll y la Cala Sant Vicenç, , aproximadamente un 4 por ciento del presupuesto del Ajuntament. Teniendo en cuenta que el período por el que se adjudica el servicio es de 10 años está garantizada una inversión de 8 millones de euros en limpieza viaria para la próxima década, toda una apuesta por mejorar la imagen más criticada del momento.
Por primera vez la limpieza viaria de los tres núcleos urbanos (Pollença, el Moll y la Cala) dependerá de una misma empresa concesionaria, que deberá asumir además el personal municipal que hasta ahora cubría el servicio en la Cala.
Antes del verano
El alcalde de Pollença, Joan Cerdà, y la delegada del Moll, Francisca Ramon, presentaron ayer el proyecto que calificaron como un «plan ambicioso». El nuevo sistema estará operativo antes del verano y se completará con campañas de sensibilización ciudadana con el objetivo de concienciar a la población sobre la necesidad de no ensuciar.