Aunque la tala de 1.258 pinos blancos de Biniagual dispone desde el pasado 8 de junio de la autorización de la Conselleria de Medi Ambient, el alcalde de Binissalem, Jeroni Salom, afirmó ayer que «la empresa que ha ido a talar, no tiene la licencia municipal».
El Consistorio ha pedido un informe técnico y jurídico a una entidad independiente para que no haya «interpretaciones».
Por su parte, la Conselleria de Medi Ambient autorizó la tala del millar pinos blancos el pasado mes de junio porque se trata «de un pinar sin relevancia ambiental, plantado para su aprovechamiento forestal».
El alcalde binissalemer decretó el miércoles parar la tala de los árboles que conforman el pinar artificial de Biniagual. «Prefiero paralizar la tala antes que sea peor porque los pinos no se pueden volver a pegar», explicó Salom.
Desde la Conselleria de Medi Ambient, informaron que el Ajuntament de Binissalem conoce la autorización de la tala desde el pasado 17 de junio.
Referente a este aspecto, el primer edil afirmó que si el Consistorio no ha realizado acciones previas para evitar la tala ha sido porque se encontraba en negociaciones desde hacía más de un año con la familia propietaria de la finca.
«Durante todo este tiempo, hemos intentado llegar a un acuerdo con la familia y, ahora, han hecho una jugada de fuerza», subrayó Salom.
No obstante, el alcalde envió el jueves pasado un escrito a la Conselleria de Medi Ambient informando de la protección y pidiendo que se revocara la licencia de autorización. «El martes llegó la carta a la Conselleria y el miércoles, ya hubo la tala», añadió el alcalde Jeroni Salom.
El pinar de Biniagual tiene licencia de actividad maderera desde los años sesenta cuando los propietarios sembraron un pinar artificial en la zona. El Ajuntament incluyó en el año 2008 los terrenos como suelo rústico protegido de especial interés dentro de las normas subsidiarias.