El Ajuntament d'Alcúdia será el primero de Mallorca en comercializar agua depurada para el riego y suministro de las cisternas de los váteres de los hoteles. Anuncia que lo hará a precios competitivos con el objetivo de reducir entre un 30 y un 50 por ciento el consumo de agua potable.
La medida, ejemplar desde el punto de vista medioambiental, abre una auténtica batalla económica por la comercialización del suministro público de agua y es que dos empresas privadas, Acasa y Fusosa, comparten desde hace años un negocio millonario que en el último año ha disparado además sus ingresos tras aplicar las tarifas progresivas que penalizan especialmente a los hoteleros, principales consumidores de agua de Alcúdia, que en algunos casos han pasado de pagar un recibo de 30 mil euros a pagar 180 mil euros.
Los hoteleros, que pleitean en los tribunales con Acasa para intentar frenar la subida de tarifas ven ahora la oportunidad de reducir un 30 por ciento sus gastos sumándose a la innovadora propuesta municipal de reciclaje.
El proyecto de suministro de agua terciaria a la planta hotelera de Alcúdia se presentó oficialmente ayer en unas jornadas medioambientales organizadas por el área de Medi Ambient en la biblioteca de Can Torró. El proyecto de instalación de las tuberías tiene un coste total de 4'5 millones de euros y el Ajuntament planea ejecutar en el plazo de un año, aprovechando las ayudas del nuevo Plan E que aprobará hoy el consejo de Ministros, una primera fase del proyecto valorada en 1'5 millones de euros y que permitirá llegar a 15.500 plazas hoteleras, las que se sitúan entre la Avenida Tucàn, la carretera de Artà y Pere Mas i Reus, en el radio más próximo a la depuradora, una experiencia piloto que nace con el objetivo de llegar a largo término a todos los puntos del municipio (incluyendo el golf d'Alcanada) ofreciendo un caudal máximo de 400.000 metros cúbicos de agua, caudal posible técnicamente a mediados de 2011.
Un tercer sujeto entrará además en el negocio del agua en solo unos meses La planta desaladora , de titularidad estatal y gestión privada, implicará un encarecimiento del agua potable.