Artà pudo celebrar con éxito su Fira de Setembre. Las previsiones meteorológicas no eran muy optimistas pero durante la mañana el sol brilló y la Gran Via y las calles y plazas adyacentes se llenaron de gente para disfrutar de una de las primeras citas ineludibles tras el verano. La payesía, herramientas antiguas del campo, carros enganxats y la ganadería compartieron protagonismo con los comercios locales que sacaron a la venta sus productos. Había una amplia oferta. Así también se aprovechan estas ocasiones para dar a conocer la artesanía o la gastronomía de la Isla.
Una de las características principales de la Fira, que este año cumple su 59ª edición, es que ha sabido mantener sus raíces pero a la vez se ha adaptado a las necesidades actuales. Este año hay que destacar que muchos de los animales que se han expuesto eran de payeses de Artà. Ovellles mallorquines, gallos, cabras y ca de bestiar hicieron las delicias de los visitantes más pequeños que no quisieron perder la oportunidad de verlos de cerca.
El sábado por la noche se celebró el fironet y la feria alternativa en la que se muestran oficios artesanos. El tast de vins en Na Batlessa fue un éxito y congregó numeroso público.