El colegio público Es Cremat vivirá hoy un nuevo episodio de su historia. Tras 79 años de enseñanza, el emblemático edificio que preside el pueblo de Vilafranca será objeto de una reforma integral que será inaugurada en unos 12 meses, momento en el que el centro educativo cumplirá su 80º aniversario.
Las obras costarán unos 2'8 millones de euros y el proyecto prevé la conservación tanto de la estética de la fachada como del claustro interior, unos elementos muy identificativos del colegio. En definitiva, será una actuación que adaptará el centro educativo a los nuevos tiempos y lo convertirá en una infraestructura moderna. Se redistribuirán las aulas y el gimnasio, por ejemplo, será subterráneo entre otras mejoras en las dependencias.
La escuela de Vilafranca fue proyectada en 1927 con el nombre de Escuela Graduada y construida entre 1928 y 1929. Guillem Forteza fue el arquitecto y uno de los contratistas Joan Ferrer i Ginard de Artà. Fue inaugurada el 16 de septiembre de 1930, cuando era alcalde Antoni Gayà i Rosselló. El colegio ha sufrido varias reformas, la última en 1993, y actuaciones puntuales como la ejecutada en 2004 .
El actual nombre de Es Cremat es un topónimo de la antigua possessió que fue establecida a principios del siglo XX. La Escuela Graduada era el emblema de las infraestructuras municipales que suponía la entrada del pueblo a la modernidad, una apuesta educativa clara tal y como marcaban los idearios republicanos de la época. En abril de 1932, el presidente de la II República, Niceto Alcalá-Zamora, en una visita oficial a Mallorca se desplazó hasta Vilafranca para conocer la Escuela Graduada.
El golpe de estado de julio de 1936 por el general Franco también afecto a los maestros del colegio, padeciendo una fuerte represión político-social, en unos tiempos convulsos y dramáticos que se desarrollaron por todo el Estado.
Tras varias reformas en los años 50 y 70, el único elemento que ha quedado intacto es el claustro. No fue hasta principios de los 90 cuando el centro recibe inversiones en servicios básicos como la calefacción o sanitarios.
El paso de los años y la fuerte humedad aceleraron el deterioro de la estructura del edificio durante la última década. El Ajuntament decidió apostar por una reforma integral, que ahora el Govern ha atendido, y preservar así uno de sus edificios más emblemáticos.