En la actualidad muchos de los torrentes que existen en las Illes Balears son focos de vertidos incontrolados por parte de los vecinos de los pueblos con los que colindan. Así lo asegura el Grup d'Amics en Defensa del Medi Ambient (GADMA) que denunciaron el poco control y mantenimiento que reciben por parte de las administraciones públicas y exigieron a la Conselleria de Medi Ambient del Govern Balear que catalogue todos los torrentes de les baleares como ANEI (Àrea Natural de Especial Interés) para que se asegure su conservación.
Los portavoces de GADMA, Bernat y Joan Fiol, señalan que «no hay ninguna legislación que vele para su conservación, sólo reciben la denominación de zona boscosa».
Según Bernat Fiol «los torrentes antiguamente eran masas forestales y hoy en día se están convirtiendo en acequias donde la gente tira desperdicios sin pensar en el futuro».
Conciencia ciudadana
El torrente del Almadrà, el más largo de Mallorca, es a su paso por el municipio de Lloseta un claro ejemplo de este hecho.
GADMA denuncia el estado en el que se encuentra el torrente y pide a la Conselleria de Medi Ambient y al Ajuntament de Lloseta que tome cartas en el asunto. Este cauce nace en la Serra de Tramuntana y pasa por diferentes municipios como Escorca, Lloseta o sa Pobla y muere en el Parc Natural de l'Albufera.
En Lloseta el torrente colinda con el polígono industrial que se encuentra en las afueras del municipio y es foco de vertidos incontrolados. Bernat Fiol manifestó que «no hay ningún tipo de vigilancia en las inmediaciones y algunos vecinos depositan allí todo tipo de desperdicios como cochecitos, vidrios, maletas y diferentes materiales de coches, además de la suciedad creada por las empresas del polígono».
Fiol explicó que en ocho años GADMA ha limpiado el torrente del Almadrà en cinco ocasiones, pero confesó que «nuestro esfuerzo es insuficiente si no recibimos el apoyo del Govern, ni del Ajuntament», aunque reconoció que «también existe un problema grave de concienciación ciudadana».