Comerciantes, restauradores y hoteleros de Magaluf están en pie de guerra contra el alcalde, Carlos Delgado, por la falta de servicios de temporada en su inmensa playa. La cuestión es que a, día de hoy, no sólo brillan por su ausencia los socorristas, las hamacas, las sombrillas y los velomares que demandan los bañistas para disfrute del enclave, sino que el arenal es un auténtico basurero al estar ligada su limpieza a los aún inexistentes concesionarios.
«El concurso para explotar las playas de Calvià a partir de esta temporada sonó extraño desde el principio -señala la propietaria de una tienda frente al arenal-, abriéndolo para 15 años y con unos precios brutales que asustaban a la gente con experiencia que los había trabajado desde hace años. Delgado se comporta como un simple recaudador, un alcalde sin la más mínima sensibilidad por la economía de su pueblo».
El Ajuntament de Calvià colgó precisamente ayer en su web la adjudicación definitiva de servicios de explotación de 8 de los 21 lotes en los que divide sus playas, donde no figura ninguno de los dos en los que tiene parcelada la de Magaluf.
El Ajuntament, por boca del concejal de Litoral, Bartolomé Bonafé, señaló ayer que uno de los lotes de Magaluf quedó desierto de licitación, y que el adjudicatario del segundo renunció posteriormente a explotarlo.
Bonafé añadió que se mantienen contactos para la adjudicación directa de los lotes de esa playa, y que «en caso de que no hayan fructificado el próximo lunes, se tomarán medidas urgentes y extraordinarias para dotar de servicios a Magaluf».
Según el pliego oficial del concurso, el canon inicial para explotar Magaluf I no podía ser inferior a 476.000 euros, además de 136.000 de canon anual. El de Magaluf II, alcanzaba los 419.000 euros de salida por la concesión, y 119.000 anuales.