«La vieja central térmica de Alcanada debe convertirse en uno de los iconos del norte de Mallorca». Así lo manifestó el arquitecto Miguel Alonso en la presentación pública del proyecto que ganó el concurso para la rehabilitación de la antigua fábrica de electricidad de Alcúdia y donde está previsto que se instale el museo de las artes y las ciencias de Mallorca. Aunque de momento no haya fecha para la ejecución del proyecto, el alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer, destacó «la colaboración entre los organismos interesados (Consell de Mallorca, Ajuntament, GESA y Autoridad Portuaria) para llevarlo adelante. Aun así, «existen intereses propios y cuestiones técnicas por superar». El proyecto cuenta con un presupuesto estimado de unos 23 millones de euros y de momento no se ha decidido como se va financiar. «Prefiero mantener la prudencia respecto a ello», dijo Ferrer. La consellera de Territori, M. Lluïssa Dubon, manifestó su voluntad de que «al menos una fase se ejecute esta legislatura», aunque de momento «no tengamos un calendario fijado».
Durante el último año, los arquitectos que ganaron el concurso han estado trabajando en el desarrollo del proyecto inicial. Las modificaciones realizadas intentan, esencialmente «integrar de una manera más amplia la antigua central térmica en la estructura urbana de Alcúdia», en palabras de Alonso.
En este sentido, los responsables del proyecto explicaron que la actuación se divide en cuatro partes, en cuatro fases: la pasarela, el cruce de caminos, el ortus conclusus y el claro en el bosque. Cabe recordar que la reconversión de la central térmica también contempla la creación del museo de las ciencias y las artes de Mallorca.
Se ha previsto que la calle Enginyer Gabriel Roca se convierta en el punto de acceso al recinto. Dicha calle enlaza la zona deportiva del Port d'Alcúdia con el puerto comercial. De aquí saldrá una pasarela que comunicará los principales puntos donde se realizará la actuación. El ortus conclusus es un espacio cerrado que se habilitará al lado de la central destinado a la realización de actividades ciudadanas.
La rehabilitación culmina con una apertura al mar. Se trata, tal y como explicaron los arquitectos, de «trazar un recorrido» a través de la zona que destaque «el gran valor de los restos industriales».