Victoria Cànaves, vecina de Alcúdia y ex azafata de vuelo, ha localizado en la parte profana del cementerio de Alcúdia lo que aparenta ser la hélice de un hidroavión estrellado en el año 1924. Aparentemente , la hélice de madera, de la que falta parte de una de las aspas, fue utilizada como lápida en la tumba del observador, que murió en el vuelo, un militar inglés que responde al nombre de Kenneth Cromer Tilman.
Victoria Cànaves puso ayer los hechos en conocimiento del responsable del archivo histórico de Alcúdia, Antoni Mayol, e iniciará, con el asesoramiento de la Fundación Aeronáutica de Mallorca, una investigación más profunda con el objetivo de evaluar el valor del hallazgo y tratar de verificar si todos los indicios que indican el origen de la hélice y la historia del difunto son realmente ciertos. En apariencia, la hélice corresponde al modelo Parnell Panther, un aeroplano de la firma británica Parwall&Sons, dedicada fundamentalmente a construcciones en madera. Se trata de un diseño de Harold Bolas, cuya primera serie data de 1917 y que dejó de construirse en 1918.