El Ajuntament tendrá que indicar al Consell qué plazas turísticas está dispuesto a reconvetir para poder transformarlas en crecimiento urbanístico. Ése es el requisito que fija la institución insular para aprobar la adaptación de Calvià al Plan Territorial de Mallorca. La Comisión Insular de Urbanismo suspendió el pasado viernes el planeamiento, en el que el alcalde, Carlos Delgado, ha incorporado hasta 19 modificaciones puntuales de planeamiento que también quedan paradas.
La pega que pone el Consell es que el Ajuntament es que «no se ha realizado un análisis de las zonas de reconversión, que indique cuáles podrían ser reconvertidas y en qué áreas de suelo urbano se podrían ubicar los aprovechamientos que provinieran de estas áreas de reconversión».
En la práctica, el Consell indica al Ajuntament que tiene que detallar qué plazas hoteleras del parque de Calvià podrían quedar afectadas por esta medida.
Además de esta pega, hay una serie de modificaciones que el Consell directamente cree que chocan contra el Plan Territorial de Mallorca. Una de ellas es una modificación que afecta a Son Ferrer y a Illetes. El Consell indica que su aprobación podría impedir el futuro desarrollo de la zona. Otra de las que se suspenden corresponde a una modificación en Santa Ponça Nou. En este caso, el informe técnico afirma que el Ajuntament ya ha agotado las posibilidades de construir en ese sector.
Un argumento similar es el que emplea el Consell para impedir una modificación en Costa d'en Blanes. Según el informe, la aprobación de este punto implicaría un incremento de población excesivo, algo que impide el Plan Territorial de Mallorca. Otra de las propuestas aprobadas por el gobierno de Delgado que el Consell tumba es la que implica duplicar la edificabilidad en zonas industriales.