El golpe de mano de Delgado de esta semana, finiquitando a 21 de sus asesores no supondrá un gran cambio en el funcionamiento municipal. El núcleo duro de personal de confianza mantiene todo su poder y gobierna el Ajuntament por encima de los propios concejales.
Alguno de los asesores cesados apunta a dos personas como la base de la operación de esta semana: Antoni Rami, director de desarrollo estratégico y Joaquín Legaza, director de servicios generales. Ambos forman parte del llamado 'Club de los 75.000', es decir, los que ganan esa cantidad al año. A Rami se le atribuye el papel de ideólogo en el Ajuntament y a Legaza el de ejecutor. Ellos fueron los que le contaron a los despedidos que se iban a la calle. También sabían mucho antes, que algunos de los concejales, la lista de los cesados. Algunas fuentes apuntan a que incluso la primera teniente de alcalde, Teresa Martorell, desconocía de qué personas se iba a prescindir. Entre los despedidos el martes se encontraba su propio hijo.
Otro de los pesos pesados es el tránsfuga de UM Juan Thomàs, director adjunto a la presidencia. Desde hace meses circula con insistencia un rumor que le situaría como la persona que Delgado querría dejar como sucesor en el Ajuntament de Calvià. El alcalde ha reiterado en varias ocasiones que no se presentará a un tercer mandato, lo que en unos meses abrirá un nuevo debate en el PP. Un nombre que ha ganado enteros en los últimos meses es el de Antoni Rami. La sucesora natural, Teresa Martorell, no gozaría del beneplácito de Delgado que ha tenido con ella alguna fuerte discusión.
Thomás no es el único tránsfuga del equipo de asesores de Delgado. De hecho, los tres que había continúan. Así, el otro fugado de UM, Antonio Tirado, sigue como director de Vías y Obras, con 75.000 euros al año. El tercero es el ex concejal de IU, Anselmo Martín, que está por debajo del escalafón.
El resto de los asesores del 'Club de los 75.000' son Jaime Martínez, director de Territorio; María José Merino, jefa de prensa y Cecilia Plasencia, jefa de gabinete. Sergio Beltrán, director de economía, deja el Ajuntament para trabajar en una clínica privada.