La Conselleria de Medio Ambiente investiga la muerte de más de mil pinos en una finca del término municipal de Escorca tras detectar la presencia de un herbicida, según informó ayer este departamento autonómico a través de un comunicado.
Los técnicos de la conselleria de Medi Ambient han detectado la aplicación directa de un herbicida sobre árboles adultos, en lo que, según señalan, se trata de una actuación no autorizada por este departamento autonómico y que vulnera el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Serra de Tramuntana.
Las primeras investigaciones apuntan al uso de un herbicida que se suele utilizar para matar vegetación de los bordes de carreteras, pero que en esta ocasión ha sido empleado para eliminar pinos adultos de más de cuarenta años.
Los efectos del herbicida son relativamente rápidos y el veneno puede provocar la muerte de cada árbol en un tiempo que oscila de entre 15 días y 3 meses.
Por el momento, el herbicida ha afectado a un millar de árboles, pero el número podría ser superior, ya que se está a la espera de comprobar el alcance real de la aplicación del herbicida. La finca afectada ha sido visitada por agentes medioambientales y técnicos de la dirección general de Biodiversidad, que han constatado la muerte de los pinos y seguidamente han redactado la correspondiente acta de denuncia.
La Conselleria recuerda que la eliminación de pinos responde en ocasiones a una interpretación «equivocada» de lo que debe ser una buena gestión forestal.
Si lo que se pretende es crear o recuperar un encinar, la cobertura vegetal y la sombra que proporcionan los pinos son imprescindibles para el crecimiento de las encinas. Explican que «la eliminación de los pinos pone en peligro la recuperación de las encinas jóvenes, que sin el pinar están más desprotegidas ante los temporales de viento, lluvia y nieve, la insolación, la pérdida de sol y la menor disponibilidad de recursos hídricos».