El convento de las franciscanas de Valldemossa seguirá teniendo un uso social. Si se cumplen las previsiones, en el año 2010 el edificio quedará reconvertido en un centro de día y otro de noche para atender a las personas dependientes.
Así se puso de manifiesto ayer en la visita de la consellera d'Afers Socials, Fina Santiago, y del director general d'Atenció a la Dependència, Joan Manuel Rosa, al convento acompañados por el alcalde Jaume Vila y los regidores Antoni Colom y Nadal Torres. Santiago quiso conocer las posibilidades de reconversión del convento tras la petición del Ajuntament de poner en marcha los servicios de centros de estancias diurnas y nocturnas.
El proyecto se pondrá en marcha una vez que el Govern firme un convenio con el Ministerio de Educación, Política Social y Deportes para la financiación de infraestructuras que permitan desarrollar la Ley de la Dependencia. «Una de las partidas se destinarán a estos servicios, que son imprescindibles para el municipio», subrayó Santiago. Valldemossa, agregó, será una de las primeras poblaciones de la Comunitat que contará con los centros de día y noche ante la imposibilidad de crear una residencia.
El edificio se encuentra en buenas condiciones de conservación, aunque deberá someterse a una importante rehabilitación, sobre todo para eliminar las barreras arquitectónicas. Las monjas lo abandonaron el año pasado después de 120 años y el Ajuntament aprovechó para reclamarlo para el pueblo, según explicó Jaume Vila, quien preciso que ahora se negocia con la congregación un convenio de cesión a largo plazo. Además, el Consistorio está dando los pasos necesarios para comprobar que el convento esté capacitado arquitectónicamente para albergar los centros.
Los mayores de municipio serán los primeros usuarios del centro. De hecho, el comedor municipal ya atiende a 25 personas y, de éstas, entre 10 y 20 podrían beneficiarse de los nuevos servicios. «Las familias se merecen esta prestación, que les daría un respiro en la atención diaria que dan a los enfermos», destacó el regidor de Servicios Sociales, Antoni Colom.