El equipo de gobierno municipal de Santa Margalida (PP-CPU) aprobó en el pleno de ayer la nueva propuesta técnica para subsanar las deficiencias del informe de impacto ambiental sobre la revisión de las Normas Subsidiarias del municipio. Así se podrá proseguir con la tramitación del documento, bloqueada desde hace un año y medio, después de que los técnicos de la Conselleria de Medi Ambient del Govern informaran desfavorablemente.
La propuesta contempla un aumento de la población de hasta 40.000 personas y fue criticada duramente por los partidos de la oposición (PSOE, UM e Independents), que votaron en contra, y que la calificaron de «continuista con la política urbanística de la anterior legislatura». Además, lamentaron que «el actual equipo de gobierno esté a las órdenes de unos pocos» y que: «esperan que sea la comisión balear de Medi Ambient quien tire atrás el actual informe, para no tener que hacerlo ellos».
En este sentido, señalaron que «el informe requiere los certificados del aprovechamiento del agua, de suministro eléctrico y de la capacidad de la depuradora y sólo se presenta el primero, que indica que el agua podría ser insuficiente».
En cuanto a las áreas de crecimiento docentes, es decir, para destinarse a escuelas, también criticaron «la falta de previsión» y que «sólo se contemple lo que exige la ley».
Por su parte, el portavoz de UM, Joan Monjo, sostuvo que «lo más grave es que de los 76.400 metros cuadrados que el Plan Territorial de Mallorca (PTM) permite construir en nuestro municipio en los próximos 10 años, 58 mil se prevén en Can Picafort, en el conocido sector 8, que es una zona ATH (Àrea Transición Armonización) y la normativa señala que debe crecerse primero en zonas ATC (Àreas Transición Crecimiento), por lo que nuestras normas contradicen el PTM y, a finales de legislatura todavía no las habremos aprobado».
El alcalde Martí Torres, que no se pronunció sobre los aspectos del informe, manifestó que «nuestro objetivo es subsanar las deficiencias por lo que hemos elaborado este informe».