La oposición de los vecinos impidió que comenzaran ayer las obras para construir un vestuario en la plaza de sa Vinya, de es Capdellà. Un grupo de ciudadanos se plantó ante la máquina excavadora que iba a entrar en el recinto y, durante toda la mañana, imposibilitó que empezaran los trabajos. El Ajuntament envió a una decena de agentes de la Policía Local, sin embargo, la protesta fue completamente pacífica.
Los ciudadanos han recogido algo más de doscientas firmas para pedir que no se ejecute el proyecto. Entienden que es una actuación innecesaria y, sobre todo, atacan que el proyecto incluye un tejado de acero galvanizado. «Eso está bien para el polígono industrial de Son Bugadelles, pero no para un pueblo», aseguran. Los operarios ayer también retiraron una mesa de ping-pong, actuación también criticada por los vecinos.
La contestación del Ajuntament, mediante un escrito firmado por el teniente de alcalde de Mobilitat, Luís Marín, no deja espacio para que se replantee el proyecto. «Queremos hablar con el alcalde para que los vecinos podamos decir si queremos o no queremos la obra», asegura. Ayer, sólo acudieron responsables técnicos que llegaron a afirmar que la obra era responsabilidad del Consell, cuando se trata de una actuación municipal. Hoy, los vecinos se reunirán con el alcalde Carlos Delgado.
El concejal del PSOE Francisco Cano, que acudió ayer a es Capdellà, criticó la actitud «prepotente» del alcalde y mostró su apoyo a los vecinos ante una actuación «que es una chapuza, una aberración y una horterada profunda».
Por su parte, el portavoz de UM, Isidre Cañellas, también considera que la obra es «un auténtico disparate» y muestra su «solidaridad» con los vecinos.