El comité local de UM en el municipio de Calvià tiene previsto reunirse hoy para analizar las consecuencias del pleno del viernes, en el que el concejal tránsfuga Joan Thomàs brindó su voto al PP en el punto de la orden del día que sirvió para que el Ajuntament recepcionase por sólo 1,9 millones de euros las dos urbanizaciones que la familia Nigorra posee en Santa Ponça. A pesar de que dirigentes del partido de Munar aseguran que en la reunión es poco probable que se tomen decisiones, altos cargos de UM han asegurado que en la reunión se tiene previsto abordar la cuestión de si se mantiene o no el pacto con los populares. A la espera de lo que ocurra en Calvià en las próximas horas, la formación nacionalista decidirá su futuro en el Consell de Mallorca si Matas no toma partido en el grave conflicto del municipio calvianer. La ruptura del pacto PP-UM en Calvià podría tener consecuencias muy graves en el Consell de Mallorca, aunque la formación nacionalista quiere estudiar las posibles medidas durante todo el mes de agosto, sin precipitaciones. En círculos políticos se ha llegado a insinuar que Munar estaría dispuesta a dimitir como presidenta del Consell y dejar el poder a otro partido, lo que provocaría una crisis sin precedentes en la institución mallorquina. Pero antes falta saber cómo se desarrollan los acontecimientos en Calvià.
No obstante, la solución a la disyuntiva en la que parece que se encuentran enrrocados los nacionalistas podría despejarse hoy mismo si la junta local del PP de Calvià decide echar a Cañellas del gobierno municipal. Cabe recordar que, tal como publicó ayer Ultima Hora,el alcalde de Calvià escuda su voluntad de prescindir de Cañellas tras la coartada de una presunta «traición al pacto». Al paso de estas acusaciones salió ayer Isidre Cañellas quien, en declaraciones a este diario, negó como también ha negado el PSOE, que en noviembre de 2004 existiera acercamiento alguno con los socialistas para plantear una presunta moción de censura a la gestión del alcalde de Calvià. Cañellas también reiteró que UM se mantendrá fiel al pacto con el PP siempre y cuando no haya un tránsfuga de por medio.
Y es que para UM la única traición que existe es la del concejal tránsfuga Joan Thomàs a quien Carlos Delgado se niega a destituir de sus cargos, pese a los claros requerimientos que le han hecho sus socios de pacto. En la cúpula de UM insisten en que si Delgado no destituye a Thomàs de sus cargos ejecutivos se estará retando al partido nacionalista, que es supuestamente su aliado en el Ajuntament. En UM entienden además que en el gobierno municipal no puedan estar sentados los socios del PP y el concejal tránsfuga de Calvià.