La compra de un local en la planta baja de la finca de protección oficial construida por el Ibavi, empresa pública adscrita a la Conselleria de Obres Públiques, en Artà ha generado fuertes discrepancias en el seno del equipo de gobierno (UM, PSOE y EU-EV), que no se ha puesto de acuerdo en si el Ajuntament conserva o no la opción de compra que firmó en el 2001. El Ajuntament de Artà, siendo alcalde Montserrat Santandreu, firmó en el 2001 un convenio con el Ibavi en que se cedían unos terrenos para la construcción de viviendas de protección oficial. En una de las estipulaciones se contempló que se reserva al Ajuntament el derecho a efectuar una opción de compra de los bajos de este local.
El alcalde, Rafel Gili (UM), explicó que «hace poco fuimos al Ibavi para comprar el local ya que desde el Ib-Salut no dijeron que podríamos hacer un centro de rehabilitación y este era un buen lugar. Nos dijeron que el pasado mes de diciembre se había vendido el local un particular. Nos comunicaron que la ex alcaldesa había manifestado de palabra que no tenían interés en este local y que, por lo tanto, se había sacado a subasta y se adjudicó tal como se debía hacer». Su socio de gobierno, el edil de EU-EV, Julen Adrián, tiene una opinión muy contraria. «El Ajuntament mantiene la opción de compra firmada por convenio y el Ibavi no puede pasar por encima de los derechos del Ajuntament». Asimismo manifiesta que esta operación ha sido «un trato de favor» en referencia a que «el Ibavi ha vendido el solar a la mujer de un regidor del PP del Ajuntament de Artà a 302 euros el metro cuadrado cuando en la misma finca, se ha vendido un local en la primera planta a 710 euros el metro cuadrado. Es un local que tiene un uso público muy bueno y nuestro partido defiende que hay que adquirirlo».
El PSOE, por su lado, considera que «no se puede defender que se mantiene el derecho a la opción de compra que se tenía en el 2001» y apuesta por el diálogo antes de «entrar en enfrentamientos con el Ibavi». UM sigue en la misma línea que los socialistas y crea que «hay que negociar desde la calma».