A.BASSA/J.M.SASTRE
La intención de algunos alcaldes del Pla de Mallorca de disolver o
abandonar la Mancomunitat por los gastos que supone a los
municipios ha creado toda una serie de reacciones y voces que
abogan por el futuro de este organismo supramunicipal siempre y
cuando se haga un replanteamiento de su funcionamiento. Para muchos
alcaldes, evitar la disolución de la mancomunidad pasa por
conseguir más ayudas del Govern balear o del Consell de Mallorca y
hacer un estudio comparativo para conocer si los servicios que
ofrece este organismo serían más baratos si los gestionara
directamente cada municipio.
La Mancomunitat des Pla nació en 1982 con el único objetivo de gestionar la recogida, transporte y eliminación de residuos sólidos, pero poco a poco ha ido aumentando sus servicios y con ello su infraestructura. Precisamente, para el alcalde de Ariany, Antoni Pascual (UM) quien fue 15 años presidente de la Mancomunitat, este crecimiento es una de las causas de la crisis que vive actualmente la entidad: «Recuerdo que cuando comenzamos teníamos el gerente y una administrativa». «Uno de los problemas es que la Mancomunitat ofrece unos servicios que reciben una ayuda que está congelada desde hace años».
El primer edil de Petra, Joan Font (PSM), presidente de la Mancomunitat des Pla en la pasada legislatura, afirma que «una cosa importante es hacer un estudio comparativo para ver si los servicios salen más caros gestionándolos un municipio o haciéndolo de forma mancomunada». «Creo que en estos momentos que la presidencia tenga la intención de reducir presupuestos es una buena señal», indica y añade: «Hay mucho que discutir».