M. FORTEZA
Casi 150 personas están en lista de espera para ingresar en la
residencia de ancianos de Artà. Con una media de tres bajas anuales
en el centro, los últimos de la cola tendrán que esperar 50 años
para conseguir acceder a una de las 40 plazas disponibles. Según
aseguran desde la residencia, incluso ha habido diversas personas
que han fallecido antes de tener la oportunidad de acceder a los
servicios de la residencia.
La alcaldesa de los Independents Margalida Tous asegura que no ha recibido ninguna queja por parte de los vecinos: «Sabemos que la lista de espera es larga, pero no todo se solventa con la rapidez que nos gustaría. De momento hemos incorporado cinco trabajadores familiares para promover que la gente mayor no tenga que cambiar de entorno».
Julen Adrián, regidor de EU-EV, opina que uno de los principales motivos de esta larga lista de espera es el hecho de que en la residencia solo se acepten personas sanas. «La gente se apunta a la lista mucho antes de cuando realmente lo necesita, porque tiene miedo de enfermar y no poder ingresar en el centro. Por eso se saturan los servicios».
Rafel Gili, regidor de Unió Mallorquina, comenta que «Los tres partidos de la oposición -PP, UM y EU-EV- queremos cambiar el método de admisión: ahora a los 60 años y con buena salud ya puedes entrar en la residencia, con lo que hay habitaciones que están ocupadas durante 20 años. Nosotros intentaríamos que la gente entrase en un momento más delicado, así las habitaciones se utilizarían menos tiempo y el servicio no estaría tan saturado».
Las reformas propuestas por la oposición (basadas en el estudio redactado por la UIB) no se han puesto en práctica, pese a la insistencia de los regidores, y el ofrecimiento del PP de buscar financiación externa. Estos partidos van a convocar un pleno extraordinario para abordar el tema.