J.M.S.
«No sé que mal han hecho estos gatos, no tenían ni tres meses i no
hacían daño a nadie, la gente que hace esto odia la vida». Con
estas palabras expresa Araceli Curràs sus sentimientos después de
encontrar muertos cuatro gatos por supuesto envenenamiento en su
finca de Montuïri donde acoge los perros y gatos que se encuentra
perdidos. «Era una camada de ocho gatos y yo tengo cuatro pero
estoy segura que los otros cuatro están muertos por ahí» explica
Araceli. Actualmente Araceli tiene 50 perros y 20 gatos que recoge
por compasión y porque «amo a los animales y la vida aunque haya
gente que siente todo lo contrario».
La vecina denunció los hechos ante la Guardia Civil de Vilafranca. En la denuncia, Araceli apunta directamente a unos vecinos como responsables de los envenenamientos de los gatos. «Sólo vienen algún fin de semana pero cuando vienen me intimidan». Según Araceli los motivos para acusarlos a ellos son muy poderosos porque «me han amenazado muchas veces con matar a todos los perros y gatos» y además «porque encontré encima de la pared de su finca dos botes con los que envenenaron a los gatos mezclando algún veneno con comida, basta con oler los recipientes para saber que contenían algo más que comida».
Ahora Araceli quiere que la Guardia Civil analice los restos del contenido de los recipientes y compruebe las huellas dactilares ya que «estoy segura de que sólo estarán las mías y las del vecino». En su finca Araceli vive en sintonía con los animales y tiene diferentes recintos donde separa a los perros por raza o comportamiento. «Tienen 25 metros cuadrados por cada dos perros como mínimo», comenta. Este periódico visitó la casa de campo de los vecinos de Araceli para conocer su versión pero no estaban presentes.