La reciente ampliación y remodelación de la depuradora de Cales de Mallorca servirá para evitar el vertido de aguas residuales al mar que ya fueron denunciados durante el pasado verano. Ayer el conseller de Medi Ambient, Jaume Font, acompañado por el alcalde de Manacor, Antoni Pastor; el director general de Recursos Hídrics, Joan Crespí, y la directora gerente del Ibasan, Bárbara Mestre, inauguraron las obras realizadas por el Govern en la estación depuradora de aguas residuales. Es una mejora impulsada por el anterior Ajuntament que permitirá a la nueva planta generar una capacidad de tratamiento de 5.500 metros cúbicos por día y la calidad del agua depurada que recibirá el tratamiento terciario será adecuada para su reutilización en el riego de zonas agrícolas. El coste de la ampliación ha sido de 1.100.000 euros.
El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, recordó que la depuradora de Cales de Mallorca fue una de las primeras en inaugurarse, concretamente en el año 1991. No obstante, «era urgente inaugurar esta ampliación antes de verano porque durante el pasado verano ya se habían detectado vertidos de aguas residuales al mar». De todos modos, el objetivo final, según Font, es que «cualquier gota de agua que llega al mar, en algún torrente o se filtra en el subsuelo, haya recibido previamente un tratamiento terciario. Se trata de que en vistas al próximo verano, no se vierta ni una sola gota de agua contaminada al mar».
En relación al tratamiento biológico de las aguas, se ha construido un tercer reactor biológico de las mismas dimensiones que los dos actuales; es por este motivo, que el tratamiento se lleva a cabo mediante tres reactores de 1.100 metros cúbicos de capacidad unitaria, donde el agua sucia es reaireada mediante 6 aireadores.