«Que tus alimentos sean tus medicamentos». Este concepto de alimento-medicina ligado al tratamiento de las plantas medicinales (fitoterapia) es el que desde hace una veintena de años pretende divulgar el ingeniero agrícola Miquel Arranz, que se dedica al cultivo ecológico de plantas aromáticas y medicinales para «dar un servicio a la gente, pero también para que aprendan a utilizarlas como un recurso propio en casos de infección o enfermedad. Se trata de abrir la puerta a otra visión, lejos de la medicina convencional», asegura el propietario de s'Herbolari del Mercat.
Can Cormer es la finca situada en Felanitx donde Arranz y su familia (su esposa es bióloga) se dedican al cultivo de unas veinte especies vegetales con virtudes medicinales, que después se dedican a comercializar por algunos mercados como Manacor, Felanitx o Artà. «Desde hace 20 años, la demanda de plantas medicinales va en aumento. Frente al abuso que se ha hecho de algunos medicamentos, como los antibióticos, la gente busca ahora una manera suave y menos agresiva de tratar ciertas dolencias. Según Arranz, la fitoterapia se ha convertido en «algo más que una moda». La mayoría de las plantas medicinales, tradicionalmente aromáticas, «las encontramos muy cercanas a nosotros», advierte Arranz. Sin ir más lejos, la simple ortiga, que crece espontáneamente en muchos campos, cuenta con un sinfín de propiedades y es un excelente remineralizante.
Una misma planta puede servir para tratar más de una patología y es que «pueden llegar a tener unos 100 principios activos, que se desencadenan nada más olfatear la planta», asegura Arranz. Por ejemplo, el romero, es tónico, activa la circulación y es estimulante.