El proyecto del trazado de la autovía entre Inca y Manacor presentado el pasado martes por la Conselleria d'Obres Públiques del Govern no prevé ocupar los terrenos dedicados al cultivo de viñas de las bodegas Son Bordils, tal y como se preveía a partir de la reserva de suelo realizada en el anteproyecto y que podía poner en peligro la producción de estas bodegas. El nuevo trazado proyectado discurrirá paralelo a la actual carretera durante el kilómetro y medio que bordea los terrenos de viñedos, aunque lo hará por la otra parte de la vía, aprovechándose el tramo de la actual carretera para habilitar un vial de servicio.
El proyecto, que a partir de mañana estará en exposición pública con un periodo de un mes para la presentación de alegaciones, tampoco prevé de la misma forma ocupar los terrenos del complejo deportivo del Sport Inca, otra de las preocupaciones que habían surgido en torno a la autovía en el municipio de Inca. El propietario de las Bodegas Son Bordils, Pedro Coll, manifestó ayer sobre el proyecto de la autovía: «Desconozco cómo ha quedado finalmente nuestra situación en torno a la autovía porque esta mañana me he dirigido a la Conselleria para poder consultar el proyecto y me han dicho que hasta el lunes no puedo hacerlo».
Coll añadió visiblemente preocupado que «lo único que sé es a través de personas que han podido ver el trazado y de la misma forma que me han dicho que la autovía no ocupa las viñas, también me han dicho que hay dibujado un puente elevado con dos rotondas sobre la autovía y que se encontraría sobre nuestros terrenos». «Debe tratarse de un error porque no hay ningún camino allí que justifique un puente elevado que nos causaría un destrozo enorme», concluyó. El propietario de Son Bordils ha realizado en los últimos meses diferentes gestiones para que la autovía entre Inca y Manacor no ocupase sus terrenos al considerar que la pérdida de las viñas actualmente sembradas sería irrecuperable.