El patrimonio religioso edificado en lo alto del Puig de Santa Llúcia puede pasar a manos privadas si continua con el estado de abandono actual. Al lado de las ruinas de la antigua ermita de Santa Llúcia, se levanta la iglesia de Nostra Senyora del Roser (construida y ampliada en el siglo XX). La Orde de Predicadors de Sant Domingo, los Dominicos, son los titulares. Éstos abandonaron la ciudad de Llevant en verano de 2001, y ahora pretenden ceder el uso de la iglesia al Bisbat.
Antaño, la propiedad del citado enclave era privada, de una familia manacorina. El hijo se hizo dominico, y la orden en cuestión se encargó durante años. En el testamento particular, hay una cláusula en la que se detalla que se puede ceder el uso a una institución religiosa. De no ser así, o que se perciba abandono, familiares del fraile pueden reivindicar la propiedad.
El dominico padre Braulio reconoció a Ultima Horaque en estos momentos se está pendiente del nuevo Obispo. Al mismo tiempo admitió: «No lo podemos cuidar desde acá (Palma)». «Queremos, pero, que continúe teniendo carácter público, que Manacor se lo sienta como suyo». Asimismo, el padre Braulio reprochó que «todo el mundo lamenta el abandono que hay, pero el pueblo tampoco se ha volcado como debiera para evitar que aquello esté en condiciones, que fuera un lugar de acogida, agradable».