«Todo el agua que llegue este verano a la depuradora de Pollença recibirá un primer tratamiento antes de verterla al mar». Ese es el compromiso adquirido por el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Jaume Font, que colocó ayer junto a las autoridades locales de Pollença la primera piedra de las obras de ampliación de dichas instalaciones.
Font reconoció que, hasta ahora, coincidiendo con las puntas de consumo se han estado vertiendo aguas sucias al mar, una circunstancia «que no puede continuar», indicó, por lo que a la primera ampliación prevista en la depuradora de Pollença que se inició ayer se sumarán en breve una segunda ampliación y un tratamiento especial de los fangos.
En verano de 2004, la depuradora rendirá a un 70 por ciento de su capacidad hasta asumir un caudal medio de 15.000 metros cúbicos día. En 2005, el rendimiento de la depuradora aumentará hasta un 85 por ciento con un caudal medio de hasta 16.000 metros cúbicos día y no será hasta 2006, que finalicen totalmente las obras de ampliación, cuando se asuma un caudal medio de 22.500 metros cúbicos al día que, según las previsiones de la Conselleria, servirá para dar servicio a una población de 112.500 habitantes.