Son muchos los ayuntamientos donde funcionarios y personal laboral entran y salen de las dependencias municipales libremente y sin restricciones. En un intento de controlar y vigilar más de cerca estas entradas y salidas y cuantificar las horas que los funcionarios dedican al trabajo diario, los partidos de la oposición en el Ajuntament de Ses Salines, PSOE y Sur Unificat, reclaman al pacto (PP-UM) la instalación de un sistema de control horario para registrar la hora de acceso a las dependencias municipales por parte de los funcionarios y personal laboral de consistorio saliner. Con el objetivo de que esta propuesta pueda ser una realidad, la oposición ha solicitado su debate en un pleno extraordinario que se celebrará mañana jueves.
La iniciativa de instalar un sistema de control horario en el Ajuntament de Ses Salines fue confirmada ayer por el portavoz socialista, Antoni Perelló. El edil del PSOE aclaró que «no sólo es una medida restrictiva para vigilar las entradas y salidas de los funcionarios, sino para estudiar, a partir de unos datos reales obtenidos por un registro, si hace falta rectificar y hasta mejorar los convenios laborales del funcionariado», explicó Perelló. Por su parte fuentes próximas al PP de Ses Salines ven en la propuesta de la oposición, una segunda intencionalidad: contabilizar exactamente las horas que realizan los funcionarios para detectar si cumplen con el convenio laboral de las horas que se han fijado previamente.
Las mismas fuentes afirmaron que algunos funcionarios podrían haber dejado de trabajar una media de entre 300 y 400 horas totales , mucho menos, por tanto, que las horas que les corresponde trabajar según el convenio aprobado por el Ajuntament. Precisamente, éste es uno de los puntos que también han hecho empeorar las ya difíciles relaciones entre la junta local del PP de Ses Salines y el alcalde popular, Sebastià Vidal y sus regidores más afines. El gobierno del PP encabezado por Vidal, teme que la propuesta del PSOE y Sur salga adelante si ediles del PP, votan a favor.