A la alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, le llueven las críticas de los primeros ediles de otros municipios de la comarca de Inca y las alabanzas con matices en la comarca de Manacor por su iniciativa de distribuir cheques de 30 euros para una comida en cualquier restaurante del municipio. Se le critica por utilizar fondos públicos para estimular el consumo privado, por dar a unos sí y a otros no y por hacer alarde de solvencia económica cuando corren malos tiempos para la financiación de las entidades locales. Incluso si se tratara de una medida de corte electoral, algunos apuntan que estaría muy equivocada, ya que con actuaciones de este tipo parte de la ciudadanía siempre quedará agraviada y excluida del regalo municipal.
Antoni Alemany, alcalde de Alcúdia y compañero de partido de Nájera, suaviza la situación y afirma que cada ayuntamiento conoce sus prioridades y que por tener elecciones a la vista no se puede dejar de actuar. En la misma línea que Alemany se han expresado los alcaldes consultados de la comarca de es Pla, Llevant y Migjorn quienes consideran que todas las iniciativas para dar a conocer y promocionar el consumo interno son positivas. Sin embargo, alguno de los primeros ediles como el de Sant Llorenç, Mateu Puigrós, matiza que no se debe potenciar el consumismo y que debería restringirse la ayuda a los productos autóctonos y a los pequeños comercios de carácter tradicional.
En algo que también coinciden los alcaldes, sobre todo, los de los municipios pequeños es que no todos tienen los recursos económicos de Calvià, por lo que deben buscar otras iniciativas para potenciar el consumo interior. El alcalde de Porreres puso como ejemplo la pionera idea de su consistorio al regalar senalletes, que han aplicado después otros pueblos.