El antiguo cine Fantasio se convertirá en un bloque de catorce viviendas. Ayer, comenzaron las tareas de derribo del emblemático edificio que quedó en desuso a principios de los ochenta.
Una gran pala trabajó durante toda la jornada para derribar la estructura principal del inmueble ubicado en la céntrica calle Pere Rosselló que será destruido en su totalidad. Los trabajos se prolongarán durante toda la semana. El concejal de Urbanismo, Joan Simonet, explica que «en total, se construirán 12 pisos de 100 metros cuadrados cada uno y 2 estudios de 60 m2. La estructura exterior estará adaptada a la tipología tradicional del núcleo de Alaró y se incorporará algún detalle moderno».
El cine fue construido en los años 30 y estuvo abierto hasta principios de los ochenta. Desde entonces, ha permanecido cerrado. Con la desaparición del cine Fantasio quedará una única sala de estas características en la localidad, el teatro parroquial, propiedad del Obispado. Precisamente el actual alcalde, Josep Gomila, propuso al Ajuntament durante la pasada legislatura cuando estaba en la oposición la compra de este edificio para rehabilitarlo y utilizarlo para cine o teatro.
Esta es una idea que todavía no ha descartado si bien las negociaciones con el Obispado apenas se han iniciado. El edificio está calificado como equipamiento municipal hasta que se desarrolle el convenio con el Obispado para poder llevar a cabo la restauración.