El vicepresidente del Govern y conseller d'Economia, Comerç i Indústria, Pere Sampol, afirmó ayer que «el Govern nunca será culpable de que se cierre Majórica. No toleramos presiones de ningún tipo y mucho menos de aquéllos que no realizaron la inversión que procedía en su día para reflotar Majórica».
Sampol señaló que el Ejecutivo autonómico no quiere polemizar con los directivos de cualquier empresa: «Lo único que queremos es que la empresa continúe activa y que haya un consenso entre la propiedad y el comité de empresa en lo concerniente a la regulación de empleo. Y el objetivo final a cubrir es mantener la marca comercial, porque es el principal activo».
Para el Govern, «todo está condicionado a que empresa y trabajadores consensúen el expediente de regulación de empleo y quede garantizada la paz social. El Govern, en cuanto a las ayudas económicas, no hará excepción alguna, dado que aportará la ayuda que pueda obtener cualquier empresa en una coyuntura similar de crisis. Lo que está clarísimo es que no haremos las inversions que deberían de haber hecho los actuales propietarios de Majórica en su día. Es increíble que ahora vengan con presiones y deriven la responsabilidad hacia el Govern».
Aclaró que el Ejecutivo autonómico «no va a interferir en el actual proceso de crisis de Majórica, dado que es una cuestión a dilucidar entre la empresa y sindicatos. La estrategia que ha adoptado la empresa es contraproducente y puede perjudicarla en sus intereses económicos».