Con la indumentaria propia de un ciclista profesional, maillot y culotte, y el medio de transporte más ecológico y tradicional de la part forana, la bicicleta, el president del Govern, Francesc Antich, cortó ayer la cinta inaugural de la ruta cicloturística de Llucmajor, la primera de estas características en la Isla; un circuito de 35 kilómetros por distintos caminos rurales secundarios (el Camí d'Establits de s'Àguila, de sa Caseta, de Cala Pi, de s'Àguila, des Palmer y de Betlem).
La representación de autoridades políticas estuvo encabezada por Antich, pero a su rueda iban el alcalde de Llucmajor, Lluc Tomàs; los consellers de Presidència y Turisme, Antoni Garcies y Celestí Alomar, respectivamente; la directora de Ibatur, Tiffany Blackman; y el presidente de la Federación Balear de Ciclismo, Mateu Canals. Alrededor de doscientos aficionados acudieron al estreno de la ruta y no faltaron los profesionales mallorquines ni algunos campeones legendarios. De éstos últimos, destacó la presencia de Antoni Karmany y Guillem Timoner; de los primeros, Joan Llaneres, Marga Fullana, Antoni Colom, Joan Horrach, Antoni Tauler y Miquel Alzamora.
El día soleado y sin viento convirtió la vuelta en un agradable paseo por fora vila. Sin competitividad ni rivalidad, los reformados y acondicionados caminos, así como el paisaje (aún se mantienen algunos campos cultivados y se conservan contadas construcciones antiguas, como barraques y possessions), fueron objeto de conversación por parte de los integrantes del pelotón, que partió sobre las once de la mañana desde la línea de salida en la ciudad y llegó a meta casi a las doce tras recorrer trece kilómetros.