El edil Josep Maria Pons (PSOE) ha renunciado a seguir gestionando el área de Urbanisme, después de que un familiar directo suyo cometiera una infracción urbanística en una parcela propiedad del concejal. Los hechos se remontan a principios de año cuando el familiar de Pons solicitó licencia de obras para restaurar una pared de piedra que se encontraba en mal estado y construir dos aljibes en dos parcelas ubicadas en zona rústica. Una de dichas parcelas pertenece al concejal Pons y la otra a su pariente.
Cuando el pasado mes de junio se procedió a hacer la obra, el maestro de obras detectó que las paredes de dos de las edificaciones existentes en las parcelas se encontraban en mal estado y aconsejó restaurarlas. Fue entonces cuando el familiar del edil procedió a reformarlas sin pedir las licencias necesarias y optó por echar abajo una de las paredes y juntar las dos edificaciones, sin ser esto último ni legal, ni legalizable.
El Ajuntament abrió entonces un expediente de infracción urbanística a la propiedad y el edil Pons renunció, a petición propia, a seguir gestionando el área de Urbanisme. «Josep Maria, muy afectado por lo ocurrido, comunicó al partido que se sentía desautorizado para seguir gestionando el área», mantuvo el alcalde Miquel Nadal, quien aseguró que «como consideramos que Pons ha reaccionado bien y ha hecho reaccionar a su familiar para que solucione el fallo, hemos optado por darle un voto de confianza y mantenerlo como edil en el equipo de gobierno».
Decidido a corregir «el error», el pariente de Pons ya ha solicitado al Ajuntament que le comunique los metros cuadrados de edificación que deben de ser derribados para ajustarse a las normas. «Este tema será tratado en la próxima comisión de gobierno y luego lo remitiremos a la Comissió Insular d'Urbanisme, ya que al tratarse de una construcción fuera de ordenación queremos conocer cuál es su informe», indicó el alcalde Nadal.