La campaña «Vivenda solidària» impulsada por el Ajuntament d'Inca para realizar una bolsa de casas de alquiler destinadas a inmigrantes ha fracasado. Medio año después de que se iniciara, el Consistorio no ha conseguido que nadie le ofertara ni una sola casa a un precio razonable. A través de la campaña «Vivenda solidària», el Consistorio perseguía facilitar la creación de una bolsa de viviendas de alquiler destinadas a los inmigrantes.
Así, la Administración local se comprometía a avalar el precio del alquiler a aquellos particulares que estuvieran dispuestos a alquilar su casa a inmigrantes. Sin embargo, la mediadora cultural del Consistorio explica que «quienes se interesaban por la bolsa de viviendas para inmigrantes pedían 85.000 pesetas mensuales por casas en malas condiciones. Es por esta razón que el Ajuntament no se ha querido hacer cargo».
Desde la Plataforma para la Convivencia de Inca, en la que se subscriben diversas asociaciones solidarias con la inmigración, explican, por su parte, que el proyecto del Consistorio no ha salido adelante porque «el Ajuntament no se ha querido comprometer a avalar el precio de los alquileres que pedían los propietarios. Así, si éstos querían 70.000 pesetas por un piso, pues sólo se comprometían a avalarlo por 30.000 pesetas. Claro nadie ha aceptado porque los particulares tampoco quieren perder dinero». Fuentes de la Plataforma aseguran que esta propuesta no ha ido bien porque, «de hecho, el Consistorio no está verdaderamente interesado en que marche; sólo es fachada».