La última reunión del foro asesor de la Agenda Local 21 de Calvià ha concluido que pese a los esfuerzos realizados en los últimos años para frenar el crecimiento urbanístico éste ha continuado desbocado. Los «ritmos de crecimiento son ingobernables» y el crecimiento poblacional ha sido «desmesurado», admitió Fernando Prats, director de la Agenda Local 21. Los datos aportados por los expertos que evalúan las iniciativas emprendidas por el Ajuntament desde 1997 invitan al pesimismo hasta tal punto de que la alcaldesa, Margarita Nájera, se impuso una nota que oscila entre «el suspenso rascado y el aprobado justo».
El consumo de agua ha crecido el 19% en tres años y el mismo incremento se ha producido en la producción de residuos. El consumo de energía desde enero de 1998 a diciembre de 2000 se ha incrementado el 18%. Un dato para el optimismo es que la recogida selectiva también se ha disparado. El número de plazas turísticas apenas ha variado pero en tres años han llegado a Calvià 400.000 turistas por ejercicio. Las densidades puntas también han crecido, de 1.076 residentes y turistas/km2 en 1997 a 1.224 en 2000.
Asimismo, de los 40.995 residentes de enero de 1998 (incluye los censados y las segundas residencias) se ha pasado a finales de 2000 a 52.630. La Agenda Local 21 preveía que en 2007 se registraría el mismo consumo de agua que en 1997. Sin embargo, esta cota parece imposible de alcanzar ante el ritmo de crecimiento alcanzado.