Esta misma semana, el ingeniero jefe del Departament de Carreteres del Govern, Joan Cifre, ha informado al Ajuntament que se está redactando una modificación del proyecto de la variante sur de Andratx para adaptarla al acuerdo de la comisión permanente de la Comissió Balear de Medi Ambient del pasado mes de noviembre, por el que se decidió construir una rotonda en el inicio de la nueva carretera, justo en la entrada de Andratx viniendo desde Palma. La construcción de una rotonda antes de la gasolinera implica que la variante deba salvar un importante desnivel hasta empalmar con la carretera del Port. Esta obra implicará levantar un importante talud, que según el equipo de gobierno será muy impactante.
La mayoría municipal era partidaria del proyecto aprobado en verano de 1999 (aún gobernaba el PP), consistente en crear un carril adicional a la carretera de Palma y abrir un paso subterráneo para proseguir el trazado por los terrenos de Son Esteva. Según al alcaldesa, Margalida Moner, «este proyecto es urgente» porque significa sacar del casco urbano todo el tráfico con origen o destino al Port. «Es una vergüenza y es muy peligroso tener este tránsito por el interior del pueblo», agregó.
Moner lamenta que el posible impacto ambiental de una actuación como ésta no sea valorado del mismo modo en otros sitios, y pone como ejemplo el túnel de Bendinat, en obras, que ha implicado «cargarse uno de los mejores pinares de Mallorca».