La Direcció General de Transports abrió el año pasado 58 expedientes a empresas del transporte regular de la Isla, algunos más que los incoados durante los años 1998 y 1999 juntos. En esos dos años, se tramitaron tan sólo 54 expedientes. Asimismo, la cuantía de las multas impuestas a estas empresas ascendió a 3'3 millones de pesetas, 1'3 más que las sanciones aplicadas los dos años anteriores juntos.
La mayor parte de las denuncias "23" se tramitaron por la falta de datos en el libro de ruta que deben rellenar todos los conductores. Según explicaron fuentes de Transports, «muchas concesionarias no facilitan datos estadísticos cada trimestre sobre viajeros y recaudación a pesar de estar obligados». También hay un número elevado de expedientes abiertos "15" por no facilitar al público el libro de reclamaciones o por no llevarlo en el autobús, que es obligatorio cuando las compañías concesionarias no tienen taquillas.
Por contra, sólo se abrió un expediente por el incumplimiento de horario cuando esta es una de las quejas más habituales de los usuarios, sin embargo, para los inspectores es difícil calibrar los motivos del desajuste de horarios.
Otra de las denuncias se tramitó por recoger pasajeros en un tramo no autorizado, otro por variar el calendario sin autorización, tres más por realizar expediciones no permitidas y otra no cumplir el régimen tarifario. Diez más hacen referencia al incumplimiento de condiciones esenciales de la concesión y dos por no exponer en los autocares los cuadros de tarifas y horario. El aumento de los expedientes vino motivado por el incremento de las inspecciones, según Transports.