A raíz de la denuncia del PSM por la construcción de un muro de hormigón construido en suelo rústico que linda con la segunda fase de la urbanización de Son Verí, el GOB ha lamentado que se produzcan este tipo de situaciones. Se trata de un grandioso muro de un centenar de metros de longitud por 2'5 de altura.
El portavoz del grupo ecologista en Marratxí, Vicenç Sastre, considera que esta construcción, fruto de una determinada manera de entender el urbanismo, puede afectar a muchos propietarios, además del impacto visual que supone.
En opinión de Sastre, «una cosa tan impactante ya no debería haberse realizado y la culpa es de los técnicos municipales por llegar tarde siempre». El Ajuntament está falto de personal de vigilancia, celadores e inspección y los resultados son negativos en urbanismo y medio ambiente, creándose constantes situaciones de descontrol, ha remarcado Sastre. Finalmente, el portavoz del GOB opina que al ritmo que lleva la construcción y la destrucción del medio natural en unos años, «tal vez no pasen de diez, Marratxí será desagradable para todo el mundo y nadie querrá venir a vivir aquí».