El proyecto para construir un campanario adosado al templo ha sido redactado desinteresadamente por el arquitecto Francisco Muñoz y contempla la instalación de una gran cruz metálica, así como una campaña de bronce de 100 kilos que ya ha sido encargada a una empresa especializada de Torredonjimeno (Jaén).
El pequeño campanario tiene un presupuesto de sobrepasa los tres millones de pesetas, incluyendo también la instalación de un carrillón electrónico con sonería de tres campanas para toque de difuntos y otras melodías.
Con el fin de recaudar fondos para acometer las obras, el consejo parroquial ha organizado para el próximo sábado una feria que incluye una serie de actividades en el recinto parroquial. También espera recibir una subvención municipal, tal como prometió la alcaldesa, así como ayudas de feligreses y del Obispado.
La iniciativa parroquial, auspiciada por el párroco, Blas Darder, se ha visto limitada tras la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana al quedar fuera de la normativa municipal, obligando a que el campanario no tenga más que siete metros de altura (apenas sobresaldrá del edificio de la iglesia), constrastando con los bloques de edificios que la rodean.
Darder ha señalado que el actual templo es difícil de encontrar por los turistas. El edificio, construido en los años 60, tiene delante un enorme olivo que dificulta su visión. El párroco confía en poder iniciar las obras después de las fiestas de Navidad si dispone de los permisos.