Després d’un bon esplet, en ve un de xarec. El dicho popular entre los payeses se confirma este año ya que hay gran preocupación entre los agricultores por las malas previsiones de la campaña de aceituna de este año. Estiman que la producción caerá hasta un 80 % respecto al año pasado.
Si bien la situación es diferente entre los olivos centenarios de la Serra de Tramuntana y los árboles de regadío del Pla o el Llevant, en ambos casos se ha detectado una producción muy baja. Así también lo confirma el presidente de la Cooperativa de Sant Bartomeu, Miquel Gual, quien estima que este año no se llegará a las 1.000 toneladas de aceituna para aceite, cuando el año pasado superaron los 1,5 millones de kilos.
Las previsiones para la aceituna de mesa son todavía peores ya que si en 2023 se recogieron 60.000 kilos de aceituna entre verde, trencada y negra, las previsiones de este año son que se puedan recolectar unos 10.000 quilos. «Nosotros en la Serra tendremos el 20 % de la producción de la pasada campaña y en el Pla no llegarán al 50 %», asegura Gual.
Los motivos de la mala campaña son cíclicos, según apunta Gual, que reconoce que tras un año de buenos resultados como los de 2023, los árboles ‘descansan’ el siguiente año. «Además, también se ha demostrado que los olivos de regadío, tras una serie de años de buenas producción, hacen un parón» explica el máximo responsable de la Cooperativa de Sóller. «No me atrevería a dar la culpa a la sequía de estos malos resultados», añade Gual que reconoce que las lluvias de este mes de agosto han beneficiado a los árboles.
Será en octubre cuando se inicie la campaña de recolección y, pese a las malas previsiones de producción, desde la Cooperativa de Sant Bartomeu confían que los precios no oscilarán demasiado sino que se mantendrán similares a los del año pasado.