Más de tres meses de espera para traspasar una licencia de taxi en Palma

Les separan 40 años y un muro administrativo. Antonio, de 77 años, quiere traspasar su licencia de taxi a Patricia, de 37, pero el trámite lleva más de tres meses bloqueado en el Ajuntament. Una situación de la que ya advirtieron los taxistas de Pimem y que se explica por la falta de personal en el departamento de Mobilitat.

Antonio quiere jubilarse después de 54 años de trabajo circulando por las calles de Palma. Empezó con sólo 23 años y en este tiempo ha sido testigo de la evolución de la ciudad: «De Can Pastilla hasta la mitad del Arenal, íbamos con mis chicos a la playa a nadar, y todo era arena, ni un hotel. La vida del taxista era muy distinta. No teníamos GPS pero había la mitad de calles que ahora, era más fácil de estudiar».

La venta de la licencia le facilitará la jubilación. Tiene ya todo acordado para pasar el testigo a Patricia, madre de familia numerosa, que necesita la licencia para trabajar por cuenta propia. Una iniciativa empresarial para la que su familia ha invertido una importante cantidad entre ahorros y préstamos de familiares además de acogerse a líneas de ISBA que tienen fecha de caducidad. Ya ha comprado el coche, que además será adaptado.

Pero tanto los planes de Antonio como los de Patricia chocan contra el atasco en Mobilitat: como denunció la patronal, los traspasos de licencias no están saliendo. El Ajuntament tiene tres meses para resolver estas solicitudes y de hecho la página web informa de que el silencio administrativo es estimatorio. Por teléfono, a los afectados les han dicho lo contrario.

Después de muchas visitas, Antonio y Patricia conocen ya al técnico que lleva el tema y, ante la oficina de Mobilitat, lo interceptan para preguntar si hay novedades en su expediente. «Dice que está solo para llevar todos los trámites de transportes, también los vados, y va por número de entrada», expone Patricia. No dudan que sea cierto que faltan manos, pero como cabe esperar, no les satisface como respuesta de la institución. «Lo normal sería que este trámite llevara sólo unas semanas. Pagamos nuestros impuestos, es una gran inversión para un negocio y fastidia que sea el Ajuntament el que ponga trabas», concluye Patricia.