Gabriel Jaume, dueño de la cafetería Pro-Fit en la calle Jaume Balmes de Palma, se ha topado con una decisión municipal que considera un auténtico mazazo para su negocio: la instalación de un nuevo contenedor metálico de residuos frente a su local. «Uno lucha para que la cosa funcione bien y ahora te plantan un contenedor delante del bar…», lamenta en conversación con este medio.
El empresario asegura que la ubicación original del punto de recogida, prevista a 20 metros, ha sido modificada sin previo aviso debido a que se han topado con unas tuberías. «Hoy han venido y me han dicho que finalmente lo pondrán justo delante. Tengo alguna mesita fuera donde se sienta gente, y esto huele mal. La gente muchas veces deja la basura fuera del contenedor», denuncia con impotencia.
La calle Jaume Balmes ya cuenta con cinco contenedores, y está previsto que se instale un sexto mañana mismo. El propietario cuestiona la necesidad de añadir más, especialmente en una zona con comercios y terrazas: «¿De verdad hace falta un sexto justo aquí, en un parking de la O.R.A.?»
En la imagen que acompaña esta noticia se puede observar la cafetería y las obras previas a la instalación del nuevo contenedor, cercadas por vallas y señalizadas. El negocio se encuentra justo al lado de otro local, lo que incrementa la saturación de la acera.
Jaume ha presentado una reclamación formal a EMAYA, la empresa municipal de limpieza, y advierte que cuando se proceda a la instalación informará a los operarios de que hay un proceso abierto. «Me he hecho una cartera de clientes a base de trabajo. No es justo que ahora me lo perjudiquen con algo tan antiestético y antihigiénico», concluye.
Este caso recuerda a otras situaciones similares ocurridas recientemente en Palma, donde panaderías y comercios han protestado contra la proliferación de contenedores frente a sus establecimientos. El debate sobre la convivencia entre recogida de residuos y actividad comercial vuelve a estar sobre la mesa.
Al dueño de la Caferería ProFit: disfrute de lo votado.