Pistoletazo de salida para el futuro recinto ferial de Palma. La Junta de Govern del Ayuntamiento ha aprobado este miércoles las bases para el concurso de ideas con el que invitará a equipos de arquitectos a diseñar este nuevo equipamiento, que se ubicará junto al Hospital Son Llàtzer. El recinto resultante será de 18.000 a 20.000 metros cuadrados en varios pabellones, con capacidad para 8.000 personas y un aparcamiento para de 1.000 a 2.000 vehículos.
Así lo ha anunciado el alcalde, Jaime Martínez, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Govern. Martínez ha insistido en que es un proyecto «clave» para «posicionar Palma dentro del circuito nacional e internacional de ferias», buscando recuperar eventos que han dejado de celebrarse en la capital y dar espacios más adecuados a propuestas de éxito, como Horeca, que ahora se están llevando a cabo en otro tipo de pabellones.
Las bases exigen que el recinto ferial que presenten los arquitectos tenga capacidad para albergar simultáneamente al menos dos ferias. Además de los espacios de exposición, tendrán que incluir amplias zonas de recepción y estancia para gestionar la afluencia de visitantes, además de organizar accesos diferenciados para cada evento. El diseño deberá incorporar asimismo zonas preferentes para patrocinadores, áreas comerciales, aulas y salas de conferencias, oficinas y servicios como cafetería o almacén. Cort quiere que el recinto ferial también funcione como almacén de arte para fondos públicos y privados de la ciudad que ahora tienen carencias de espacio; una idea que también se había barajado para el edificio de Gesa.
40 millones de euros
El concurso de ideas será de una sola fase y terminará el 30 de septiembre de este 2025. El equipo ganador recibirá un premio de 25.000 euros y será el encargado de redactar el proyecto definitivo. El segundo y el tercer clasificado recibirán un premio de 15.000 euros cada uno.
El Ayuntamiento estima que este gran proyecto supondrá una inversión de 40 millones de euros, que en su mayoría pretende financiar a través del impuesto turístico, de manera que Cort aporte sólo un 20 por ciento con fondos propios. Ese gasto se dividiría en varios ejercicios puesto que las obras no comenzarían hasta 2027 y podrían durar más de dos años. De este modo, el recinto ferial no sería una realidad antes de 2029. Cort ya cuenta con una partida de un millón de euros del impuesto de turismo sostenible para los primeros pasos.
Posible doble pelotazo de donde sacarse unos "dineritos"...El del nuevo recinto y el de la construcción de viviendas en el edificio o solar del actual recinto de Can Pere Antoni, por que una vez en desuso, ¿para qué mantenerlo?...Mejor tirarlo y construir "viviendas de lujo", (tipo de vivienda en que se ha especializado el sistema inmobiliario mallorquín) para norteños que seguramente serán los promotores...Como dice alguien en un comentario anterior tenemos un promotor inmobiliario del PP de alcalde. ¿Que puede fallar para que no haya escandalos de corrupción en un futuro?...Y, otra cosita que el Sr.Alcalde no tiene en cuenta: Si el edificio ferial de ahora tiene exito es gracias a su ubicación,(pregúnteselo a tods los organizadores y congresistas que nos visitan) pero usted se los llevará a un secarral, al lado de un hospital...