El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha visitado este jueves el Jardín Botánico de Sóller, para tomar ejemplo de su distribución y funcionamiento de cara al proyecto que quiere desarrollar Palma en Ses Cases del Retiro y el Parc de les Vies. A la visita han acudido también el concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo, y el concejal de Medio Natural, Llorenç Bauzà, ambos implicados en la creación de este nuevo jardín. Por parte del Ayuntamiento de Sóller, acudieron al acto el alcalde, Miquel Nadal, y el concejal de Gobernación, Carlos Darder.
La visita fue conducida por Magdalena Vicens, conservadora del Jardín Botánico de Sóller, quien se encargó de explicar a los asistentes las particularidades del jardín, la distribución de los bancales y otros aspectos. El gerente del MUCBO, Daniel Gallego, también estuvo presente. El objetivo de este encuentro también ha sido establecer líneas de colaboración de cara al proyecto palmesano.
«Hemos decidido hacer un jardín botánico en Palma, tenemos muchas ganas, y queremos aprender de los que saben hacerlo y lo han hecho bien, como es el caso de Sóller», ha declarado Martínez. El alcalde de Palma añadía a continuación que el de Palma «tendrá similitudes y diferencias» con el de Sóller, «pero queremos dar los pasos correctos tomando buenos ejemplos».
Según han indicado desde Cort, el Jardín Botánico de Palma contará con dos emplazamientos complementarios: Ses Cases des Retiro de Bellver y el Parc de les Vies. Ambos reunirán una representación botánica de todas las regiones de clima mediterráneo, con especies provenientes de la Cuenca Mediterránea, California, Centro de Chile, Suroeste de Australia y Cabo Occidental de Sudáfrica. Ses Cases des Retiro de Bellver albergará una gran exposición sobre el pinar Mediterráneo y su ecosistema, mientras que el Parc de les Vies se convertirá en un espacio científico y cultural, integrando un jardín que representará la flora de las distintas regiones mediterráneas.
Además, el futuro Jardín Botánico de Palma formará parte del Bosque Metropolitano que busca dotar a Palma de «un gran pulmón verde». La reciente adquisición de Son Quint ha sido el punto de partida para la creación de ese bosque, que contará con una red de 45 kilómetros de caminos y vías.