Daniel esperaba la mañana de este martes con toda la ilusión del mundo, sobre todo, porque tras más de un año y medio de sucesivas quejas por el mal estado de la acera que se encuentra frente a su casa, se habían producido movimientos. Una barrera de reserva de estacionamiento aparecía esta misma semana acotando la realización de las esperadísimas obras entre el 8 y el 30 de octubre; pero no han sido necesarias tantas semanas, en unas cuantas horas el sueño de este vecino palmesano, se ha esfumado. Y eso que él había decidido reparar por su cuenta los agujeros más grandes; «los arreglos que hice yo los han dejado tal cual», dice.
Una brigada municipal compuesta por dos obreros ha reparado el trozo de bordillo roto del que dependía el bolardo, pero nada más: «Se han limitado a arreglar un misérrimo trocito, una pequeña parte de la acera donde el bolardo estaba desprendido; el arreglo ha consistido en 8 baldosas y 3 bloques de bordillo, y se acabó; se han llevado la barrera, la reserva de estacionamiento y todo. Así se queda», explica frustrado este vecino.
Le preocupa la incertidumbre sobre lo que pasará finalmente con ese cruce de Calle Fàbrica y Calle Antich, los obreros municipales le han hablado de una obra mayor, pero claro, sin fecha. «Les pregunté por qué se llevaban ya todo y me dijeron que habían acabado, que había pasado un técnico y que están estudiando cambiar todas las baldosas, hacerlo todo nuevo, supongo que por eso no arreglan nada más, no sé, así se queda, veremos que es lo que pasa», cuenta Daniel.
Es cierto que el material utilizado para peatonalizar esa zona, sufre demasiado por el tránsito, además de ser muy antiguo. Actualmente existen otras baldosas más resistentes tanto a los efectos de la intemperie como al paso de la gente. «Son baldosas de patio particular, no de vía pública; se cuartean, las raíces las parten, se rompen; yo no dudo que sea buena idea cambiarlo todo, ¿pero cuando?», se pregunta.
Si se cumple esa renovación, la obra prevista para la zona pasaría a palabras mayores, se trata de todo un perímetro que lleva años en mal estado. «No sabes el tiempo que se pueden demorar en hacer algo así y el ayuntamiento certezas no da ninguna, que está en estudio y que lo miraremos y a dar largas y hala», finaliza Daniel. Al menos, por el momento, no le ha llegado ninguna sanción por los arreglos que decidió llevar a cabo por su cuenta. La cosa no avanza, pero al menos, no empeora.