Los vecinos de la calle Jacint Verdaguer llevan varios meses denunciando la rotura de los aspersores del sistema de riego público y, en consecuencia, la cuantiosa pérdida de agua que se está produciendo sobre la acera y carretera, «mientras las jardineras se quedan secas, los chorros salen a presión, hacia arriba, despilfarrando el agua que ahora mismo sólo limpia el asfalto», explica un vecino enfadado.
Según defienden, esta situación viene ocurriendo desde hace al menos año y medio, cuando «detectamos que las máquinas cortacésped arrancan las cabezas de los aspersores y entonces, los deja inservibles para su función, el chorro sale disparado hacia arriba y todo el agua va a parar a la acera o sobre los coches», explican.
A través de diversas fotografías, los afectados describen como son testigos, siempre de madrugada, del encendido de estos aspersores rotos y la cantidad de agua que acaba derrochándose. «Algunos chorros los han cerrado pero sólo porque se han producido denuncias, o bien por caídas, o bien por daños en los vehículos al caer el agua con tanta presión».
Explican que se trata de «un desmadre de Parcs i Jardins», que han dado aviso y que la respuesta ha sido «que sólo hay un fontanero para toda la isla. No es normal», cuenta otro vecino, «luego nos vienen con restricciones de agua y aquí tenemos el asfalto encharcado sin ninguna utilidad. El agua saliendo a borbotones y nadie hace nada».
Aseguran que el sistema de riego está programado de domingo a viernes noche y que estas pérdidas son diarias y millonarias. «Es un desastre total, esto lo pagamos todos los palmesanos». De hecho, estas pérdidas en las redes municipales de agua suponen cerca del 26% respecto al consumo urbano total, según los datos del 2022. Los vecinos esperan que la administración escuche sus quejas y pueda resolver la situación de la mejor forma posible.